La idea de un superhombre fue tomada por el nazismo para justificar, erróneamente, la idea de una raza superior. No se entiende muy bien que era el superhombre para Nietzsche, pero para nada se trataba de una declaración de superioridad, como fácilmente se podría pensar, sino una declaración de superación.
Nietzsche,pensaba que este superhombre era una persona que podía «generar su propio sistema de valores«, es decir, esta persona, debía desechar todo aquello que le habían enseñado que era bueno y justo, y diseñar su propia concepción de lo que es bueno, malo, bello y feo.
Para hacerlo más comprensible aún, el superhombre es una persona que no se deja llevar por los demás, no es una persona que nada junto con la corriente, sino en contra de ella.
Jesús de Nazareth sin duda era un «superhombre«, pero no se puede decir lo mismo de su ideología. Esta es una ideología de rebaño, donde sus seguidores deben ser sumisos y obedientes, a una autoridad o una ley. Es una ideología que limita la capacidad del ser humano, limita su capacidad creativa así como emocional.
Nietzsche creía que el superhombre era principalmente un ser que razona, y que cree en lo real y lo que puede ver, pero no quiere decir que sea un ser insensible. Todo lo contrario; el superhombre es un ser que aprecia la vida, que se deja llevar por sus pasiones y emociones. Es decir, es un hombre que se domina a sí mismo, y que ha aprendido a sentir y a pensar al mismo tiempo. Es un hombre cuyo motor se impulsa por sus pasiones y se guía con su razón.
No se pueden rechazar las propias emociones, sencillamente por que cada emoción nuestra, no sólo es lo que nos hace humanos, sino que cada uno de tus sentimientos es la huella digital de nuestra individualidad o de nuestra personalidad. Guiarse solamente por el uso de la razón es quitarle la libertad al ser humano, de sentir y expresarse, y con ello, se limita su creatividad. No hay manera de que el uso estricto de la razón pueda terminar en un poema, en una escultura o en una pintura. Es precisamente el uso de la imaginación, del sentido abstracto del ser humano, lo que no ha hecho construir grandes edificios, inventar miles de historias (hadas, duendes, orcos y dioses todopoderosos), edificar teorías… Guiar al hombre mediante un sólo y único modo de actuar y pensar, aunque sea este con «la razón«, es una forma de ideología de las masas, donde el hombre debe ser sumiso y obediente.
«El talentoso es aquel tirador que le pega a un blanco que nadie más puede alcanzar; el genio es aquel que le pega a un blanco que los demás no pueden ver». (A. Schopenhauer)
El superhombre no es un ser perfecto, ni tampoco quiere decir que nunca cometa errores o que siempre tiene la razón. Todo lo contrario. Para que un hombre sea superhombre, tiene que pasar por el proceso de superación de sí mismo. Un genio es alguien quien supera, que va más allá de sus propios límites, no alguien quien los cumple. De ahí la famosa frase: «El genio es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento transpiración».
El superhombre no sólo sabe que no es perfecto, sino que está en plena consciencia de ello. Si se contradice a sí mismo, está muy consciente de ello. Ya que el superhombre sólo cree en lo real, y cosas como la religión, las costumbres, la autoridad son falsas para él, eso no quiere decir que no pueda hacer nada de lo anterior. El superhombre, por ejemplo, sabe muy bien que la idea del matrimonio es un invento humano, y por lo tanto falsa, pero eso no quiere decir que la idea no le pueda resultar placentera o incluso bella. Que algo sea falso, no quiere decir que sea inútil, o abominable, sólo quiere decir que es falsa.
El superhombre no se arrepiente de sus errores, esto no quiere decir que si hace daño, no se lamente de haberlo hecho, sino que con cada experiencia y con cada error cometido, entiende que hay un aprendizaje. Todos nosotros somos la suma de todo aquello que pasa en nuestras vidas, de aquello que nos gusta, de aquello que nos molesta, de las conversaciones que tenemos, de aquella película que tanto nos gusta, de aquella canción que nos emociona, de aquel libro que nos hizo reflexionar, de aquel juego nos encantaba de pequeños, del videojuego que nos entretiene, de nuestros aciertos y de nuestros errores, y en fin, de todas aquellas experiencias positivas o negativas que hayamos vivido. De ese modo, arrepentirte de un error no es sólo arrepentirte de una parte de ti mismo, sino también de aquello que has aprendido con tu error.«Es mejor haber amado y perdido, que nunca haber amado».
El superhombre no deja que los demás edifiquen su ego, él mismo se construye su ego. El superhombre no se deja llevar por los demás. El ego del superhombre está construido sobre bases sólidas, sobre lo que él mismo cree de sí mismo, sobre lo que él quiere, y no sobre lo que los demás creen o quieren, ya que esto último lo convertiría en un ser dependiente. El superhombre no dice: «yo soy maravilloso porque los demás quieren ser como yo», el sólo hecho de que mencione la palabra «los demás», demuestra lo dependiente que es de lo que los demás piensan; lo que debe decir el superhombre es: «Esto es lo que yo quiero», no necesita más.
Como último punto, la idea del superhombre no está específicamente atada a ninguna ideología, y se puede denotar en muchas diferentes tendencias. Pero si algo yo pienso que debe caracterizar a un superhombre, no es solamente su propia superación, sino el de la búsqueda de que todas las demás personas, el resto de los individuos, hagan el mismo esfuerzo. De ese modo, el superhombre no sólo quiere la libertad para sí mismo, sino también para los demás.
«El que domina a los otros es fuerte; El que se domina a sí mismo es poderoso». (Lao Tse)
CIFRA…